No estoy sola

Mi desafío principal fue el no poder participar cada domingo de la Santa Cena. Pero mi maravilloso Obispo, nos asigno, junto al otro maestro de la Escuela Dominical, compartir cada domingo, desde el comienzo exacto del aislamiento obligatorio, las clases del “Ven, sígueme”, y por WhatsApp.!!!! Grabábamos audios, esperábamos respuestas de aquellos que estaban en el grupo, miembros de nuestra Unidad y de otros lugares de Argentina, que se sumaron. Fue maravilloso saber que a pesar de todo estábamos unidos por el Espíritu de las Escrituras. Esa fue la fuente de fuerza para seguir adelante durante la pandemia. La palabra de Dios. El estudio diario de las Escrituras ocuparon mi mente y no dedique espacio a malas noticias o cosas negativas. A pesar de no tener edad para hacer Instituto, la tecnologia y el amor del instructor de Mendoza, me permitió participar en cursos maravillosos, que me permitieron cumplir con metas de estudio que de otra manera no hubiese hecho, porque estudiar Isaías sola…era imposible. Que puedo decir de la pandemia??? Creo que jamás me he sentido tan cerca del Salvador. A pesar de no poder compartir con mis amigos de la Iglesia las Reuniones, pude sentir que estamos sentados lado a lado. Si puedo invitar a alguien a sentirse acompañado, mi invitación es ACERCATE A DIOS …EL TE ESPERA, TE ABRAZA, TE ESCUCHA, TE AMA!!!! Y…NO ESTARAS SOLA!